jueves, 26 de julio de 2012

Parado

Parado, inmóvil, quieto. Detenido en mitad de la vida. Con las ganas y la ilusión de llegar a mi destino, pero sin la posibilidad de mover un solo músculo de mi cuerpo. Paralizado en plena calle, mientras el resto de la gente continúa moviéndose de un sitio a otro. Observo como muchos de ellos también se van quedando parados, cada uno en una posición más ridícula que el anterior. Yo, con una pierna levantada dispuesto a dar el siguiente paso y con mi mano derecha dirigiéndose hacia mi cara, queriendo rascar mi nariz, para aliviar una sensación de picor surgida desde hace bastante tiempo. Soy consciente de que estoy petrificado como una de esas estatuas humanas que solo se mueven por unas monedas. Estancado, con mi HTC en la mano izquierda, mis Ray-Ban oscuras ocultando el rostro y medio paquete de Chesterfield en el bolsillo de atrás, intentando que el bulto se note lo menos posible. Un cuerpo inerte, en mitad de una avenida, justo en el centro de la carretera, expuesto a ser atropellado por cualquier vehículo y con el sol quemándome el cogote en el momento más radiante del día. Soy uno más de cientos, miles, millones. Quietos, inmóviles, parados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario